En una entrevista concedida a 1UP, uno de los responsables de Capcom, Keiji Inafune, explica los motivos por los que la compañía en la que trabaja se mantiene un poco alejada del mundo de los RPGs. Según él, es un género que, salvo pocas excepciones, apenas vende fuera de Japón. Por eso Capcom no tiene previsto sacar ningún juego de rol en el futuro, lo que descarta un nuevo Breath of Fire.
Inafune informa además de que Capcom no cuenta con suficientes creadores de juegos como para hacer frente a ese tipo de proyectos. Así como Square-Enix cuenta con mil personas trabajando en juegos nuevos, ellos solo tienen a la mitad.
Lo que cuenta el responsable de investigación y desarrollo de Capcom deja muy clara la situación del género RPG. Si bien el público japonés, con unas inquietudes intelectuales bastante más complejas que las de los europeos o las de los americanos, demanda este tipo de juegos en cantidades ingentes (lo primero que hizo Microsoft para mejorar sus cifras de ventas en el país asiático fue intentar mejorar el catálogo de RPGs de Xbox 360), los occidentales son un poco alérgicos a los combates por turnos y a las largas conversaciones. Esto está poniendo en peligro a los juegos de rol (o al menos a su distribución por aquí).
Evidentemente, una de las excepciones que mencionaba Keiji Inafune cuando hablaba de las pocas ventas de los RPGs fuera de Japón es Final Fantasy. Sin embargo, incluso está saga, que asegura ventas en todas partes, está evolucionando para adaptarse a cualquier tipo de público. En Final Fantasy XII de Playstation 2, se transformaron los combates por turnos, clásicos de la saga, en una especie de híbrido entre ellos y la lucha en tiempo real (un experimento un poco raro que para muchos estropeó el juego). Y en Final Fantasy XIII, aunque se mantendrán los turnos, se podrán realizar ataques en cadena que se mostrarán en tiempo real.
Al menos, los seguidores del rol clásico siempre podrán recurrir a Dragon Quest, saga que siempre se mantiene fiel a sus principios y mantiene los elementos que la han hecho grande: su mundo medieval, sus pequeños poblados, sus combates por turnos, su estilo de dibujos animados y sus personajes diseñados por Akira Toriyama.