Hal Emmerich, también conocido como Otacon, es uno de los personajes secundarios más importantes de la saga Metal Gear Solid, habiendo aparecido por primera vez en Metal Gear Solid (PSX) y luego como apoyo para Solid Snake en sus posteriores aventuras.
En Guía Manía hoy le dedicamos nuestra nota a un personaje con un pasado trágico, deseos de redención y una personalidad que se va desarrollando a lo largo de nuestras aventuras.
El pasado de Hal es bastante desconocido, aunque en Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty se nos dan algunos datos más que interesantes. Su padre se divorció y volvió a casarse con una mujer británica, que tenía una hija llamada Emma. La jovencita desarrolló una suerte de enamoramiento con Hal, pero él no le correspondió. Luego, su madrastra lo sedujo y su padre se suicido al enterarse.
Escapando de su hogar, Otacon se refugio en el anime y en sus estudios, convirtiéndose en un ingeniero de renombre y trabajando para el FBI, aunque por espiar y hackear ciertos documentos fue expulsado.
Se convirtió en el jefe de ingenieros del proyecto Metal Gear REX, aunque luego del incidente de Shadow Moses (y de descubrir las capacidades de ataque nuclear del vehículo), formaría un grupo llamado Filantropía para detener la construcción de esas armas de destrucción masiva.
Solid Snake se convirtió en uno de sus mejores amigos luego de salvarlo en la isla, y juntos combaten hasta el final los planes de conquista de Liquid Snake, con toda una suerte de momentos dramáticos que incluyen su reencuentro con Emma, una historia de amor con Naomi y sus propios fantasmas que regresan para acosarlo.
Otacon es el principal responsable de varios de los elementos tecnológicos que Snake utiliza en sus aventuras, y además es un personaje de gran sensibilidad. Se trata de un buen amigo, y quizás una de las pocas personas en las que Snake realmente confía.